#NosQuedamosEnCasa… ¿Pero cómo?
Para los niños/as las rutinas son actividades que permiten obtener
información del mundo que les rodea y responder con seguridad a las demanda del
entorno. Todos los niños/as necesitan de orden y estructura en su vida
práctica, y en el paso por esta situación que hoy vivimos, ésta puede verse
desestabilizada.
Es por esto, que hacemos hincapié en la mantención de rutinas tal y
cual como eran antes del inicio de la cuarentena:
1.
Creamos rutinas básicas: Establecemos un
horario, un espacio físico y normas. Con rutinas básicas referimos a: Desayunar
en determinado horario/en caso de asistir a clases por la mañana realizar
actividades en el horario correspondiente a la misma/ almorzar/realizar
actividades de ocio-recreativas/continuar con alguna tarea escolar, etc.
/dormir…
2.
Constancia: Mantendremos en el tiempo las
rutinas y daremos la oportunidad al niño/a de que participe de forma activa de
ellas.
3.
Introducimos
rutinas específicas: una vez que el niño/a ha incorporado o integrado las
rutinas básicas, y ya ha creado hábitos, podemos introducir rutinas específicas
que variarán en función de la edad del niño/a, de sus gustos e intereses y a su
vez de las costumbres familiares. Estas rutinas específicas no tienen por qué darse todos los días. Se trata de que día a día, el niño realice algo que
disfrute y le de placer.
Recomendaciones para la regulación de la ansiedad
¿Qué es la ansiedad? Es una respuesta
conductual fisiológica, afectiva, y cognitiva que se activa al anticipar
sucesos o circunstancias que se juzgan como muy aversivas porque se perciben
como imprevisible, incontrolable que potencialmente podrían amenazar contra los
intereses vitales de un individuo
La
situación nueva de pandemia dispara estados de ansiedad. El elevado nivel de
incertidumbre que acompaña esta situación precipita y mantiene un estado de
captación ansiosa que constituye la preparación frente a una amenaza nueva y
desconocida.
Es
por eso es importante que cuidemos nuestra mente y la de nuestros niños:
1.
No compartamos mensajes
catastróficos, sólo información de fuentes confiables. Tomemos recreos de las
noticias, alejándonos y por sobre todo alejando a los niños de las pantallas y
las redes cuando no es necesario. Tener un control de ello.
2.
Establece una red de contención
con familiares y amigos.
3.
Expónganse a la luz solar, de la
manera que sea (incluso por la ventana más cercana).
4.
Sean tolerantes en la convivencia,
creativos.
5.
No dormir ni más, ni menos de lo
usual.
6.
Cuidar higiene y limpieza del
hogar.
7.
Realizar actividad física
(aprovechar y realizarla todos juntos)
8.
Hidrátate.
9.
Mantener horarios habituales.
¡Vestite! ¡Dejen los pijamas!
10. Pongan metas y planifiquen actividades.
11. Hagan lo que tenían postergado: Lee, ordena, etc.
12. ¡DIVIÉRTANSE EN FAMILIA!
“La adversidad tiene el don de despertar talentos que en la comodidad
hubieran permanecido dormidos”